Sistema de Valores Sexuales
Qué es lo importante, lo valorado o desvalorizado para una persona, un grupo o una sociedad en materia de sexualidad es lo que constituye el Sistema de Valores Sexuales, de esa persona, grupo o sociedad.
Cada sociedad, cada momento histórico-político tiene su propio sistema de valores sexuales. Del valor que una conducta tenga para una sociedad determinada, surge la ley, la norma que rige esa sociedad en lo relativo a la sexualidad.
La gama de posibilidades es amplia, desde la absoluta represión de la sexualidad, hasta la anarquía sexual que pone en riesgo a aquellos que tienen el derecho de ser protegidos por la ley : los niños, los discapacitados mentales y las minorías. O un comportamiento sexual que no considere que si incluye a otro, esto siempre implica algún modo de involucramiento personal y afectivo que debe ser protegido por todos los participantes y por la comunidad.
Todos tenemos un Sistema de Valores Sexuales, constituído por nuestras experiencias tempranas, nuestra historia familiar, nuestros grupos de pertenencia, nuestros valores estéticos, nuestras acatamientos y rebeldías a los mandatos familiares, sociales, a prejuicios, a mitos, a creencias.
Mitos que se constituyen en verdades incuestionables para determinados grupos en ciertos momentos históricos. Por ejemplo, que la mujer no puede quedar embarazada durante la menstruación es un mito, y como tal sin asidero científico alguno.
Un prejuicio es una creencia que no encuentra su sustento en la observación de los hechos, y que se fundamenta en la opinión pública que repite esa creencia como con valor de verdad incuestionable. Por ejemplo, un prejuicio es que los hombres negros tienen mayor potencia sexual que los blancos.
Son algunos de estos mitos, creencias o prejuicios los que sustentan la versión de que las mujeres necesitan menos actividad sexual que los hombres. La otra cara de este prejuicio es el que dice que el hombre "siempre quiere". O que no puede decir “no” si una mujer se le insinúa... que siempre tiene que querer y poder, y si no es así, está en duda su virilidad.
Son estos mismo prejuicios los que dicen que los hombres "saben todo lo que hay que saber", son los encargados de "enseñar" a su pareja, y nada nuevo pueden experimentar ni aprender en relación con la sexualidad. O que las Adultos Mayores no tienen una sexualidad activa.
Todo esto no sólo deja en un lugar desfavorable a la mujer para poder explorar nuevas posibilidades, sino que se traduce en una sobre-exigencia hacia el hombre que encuentra su correlato en otros aspectos de la vida personal y social.
Nunca sabemos todo, ni lo que hacemos es lo único posible... siempre se puede cambiar para sentirnos mejor, más armónicos, deseados y deseables.
Conocer, explorar, descubrir nuestras posibilidades -sexuales y otras- nos ayuda a integrarnos en una vida más armónica con nosotros y con el medio en el que vivimos.
Varones y mujeres necesitamos querer y ser queridos, ser cuidados, respetados, acariciados, mimados, compartir deseos, emociones, comunicarnos con otros, poder elegir, ser aceptados en nuestras preferencias, y experimentar otras nuevas ...
Otro prejuicio extendido y bastante actual, es el que dice que la homosexualidad o el lesbianismo son "una elección", como quien elige qué ropa se pone. Los prejuicios, mitos o creencias no son "inocentes", siempre responden a algún interés que quiere imponerse ... Si la homosexualidad fuera una elección como algunos la quieren hacer aparecer, entonces queda abierta la posibilidad de que alguien pudiera arrogarse el derecho de influir sobre la vida del homosexual o la lesbiana... quien elije, podría cambiar su elección... esa es la lógica.
El modo más sencillo de desmentir esto, es pensar en qué momento el heterosexual eligió serlo, y veremos que la tendencia afectiva y la orientación hacia determinado objeto de amor e interés sexual, no es conciente, tal como cualquier elección.
Comprender
que los seres humanos somos todos diferentes,
que podemos tener mayor o menor afinidad con unos que con otros,
que no estamos obligados a experimentar de todo, pero que eso no impide aceptarlo como opción de otros,
es ciertamente lo más dificil que tiene la vida en sociedad. Pero también lo mejor que tiene. Lo que nos permite aprender y crecer con los otros.
La sexualidad, como actividad erótica diferenciada de la exclusividad reproductiva, nos introduce en el erotismo como una experiencia ligada a la vida y la pasión, con el objetivo de paliar la angustia de la soledad, alcanzando diversos grados de fusión con otro u otros, pero sin dejar de ser nosotros mismos.
Y acompañando al otro a ser cada vez más él.
TAREAS DE AUTOCONOCIMIENTO Y ENRIQUECIMIENTO DE LA SEXUALIDAD
5ª SEMANA :
Luego del baño, te procurarás una crema o aceite para el cuerpo, papel y lapiz cerca. En condiciones de calidez de temperatura e intimidad, recorrerás tu cuerpo con las manos embebidas con la crema o aceite corporal.
TODO tu cuerpo, menos los genitales. Desde tu cara hasta tus pies, de frente y todo lo que llegues de espalda, irás descubriendo las diversas sensibilidades. Cómo se siente cada centímetro cuadrado de tu piel. ¿Recuerdas aquellas partes de tu cuerpo que en el ejercicio anterior no te gustaron?, acariciálas con la crema, ¿cómo se sienten?. ¿Cómo te sientes haciéndolo?.
Si sientes que te excita déjate llevar; si sientes que te angustia, piensa qué estás sintiendo?, porqué te angustias?. En qué piensas?. Escribelo. Escribelo en ESE MOMENTO.
Imagina tres colores : AMARILLO, NARANJA y ROJO. Imaginariamente pinta tu cuerpo con esos colores según la sensibilidad que vas sintiendo en tu piel.
AMARILLO : poca sensibilidad
NARANJA : sensibilidad media
ROJO : alta sensiblidad.
¿Cómo te sientes haciéndolo?. ¿Qué nuevas sensaciones has descubierto?. ¿Cuáles recordaste que tenías olvidadas?
Si puedes y si quieres, dibuja una figura humana de frente y de espalda y plasma esos colores. Te servirá para no olvidar tus descubrimientos...
Y como siempre : ESCRIBE. Y si deseas, envíamelo a
MASAJESMARISOL@HOTMAIL.COM